MENSAJE POR LA CLAUSURA DEL AÑO DE LA FAMLIA AMORIS LAETITIA

El deseo de familia permanece vivo en el hombre de hoy, por eso el Evangelio de la Familia también es “buena noticia” para el hombre actual, aunque con frecuencia el ideal matrimonial, con un compromiso de exclusividad y de estabilidad, termine siendo arrasado por las conveniencias circunstanciales o los caprichos de la sensibilidad. Cuando la sociedad se va deshumanizando, el individualismo, la soledad, el dolor y el miedo están muy presentes y las relaciones se basan cada vez más en el utilitarismo. Por eso es necesario responder a los nuevos problemas de la familia hoy: cansancio, estrés y ansiedad, así como la inseguridad económica (cf. AL, 50).

Ante esta situación resulta un camino de esperanza el X Encuentro Mundial de las Familias, que tiene lugar en Roma del 22 al 26 de junio de 2022, presidido por el Papa Francisco, que lleva por lema “El amor familiar: vocación y camino de santidad” y busca mostrar la belleza y la felicidad del amor en la familia. En medio de las crisis culturales y sociales actuales, el anuncio de la familia sigue siendo una alegría y una esperanza para todos. Simultáneamente las diócesis del mundo celebraremos este encuentro localmente uniéndonos al Pontífice. Con este encuentro se cierra el Año “Familia Amoris Laetitia” que se abrió el 19 de marzo de 2021, con motivo del 5º aniversario de la publicación de la exhortación apostólica Amoris Laetitia. Este año especial ha permitido profundizar en los contenidos de este documento a través de propuestas e instrumentos pastorales, que el dicasterio para los Laicos ha puesto a disposición de las comunidades y familias eclesiales, para acompañarlas en su camino.

El Papa recordaba que “la familia se abre a la alegría que Dios da a todos aquellos que saben dar con alegría y al mismo tiempo, proporciona “la energía espiritual para abrirse al exterior, a los demás, al servicio de sus hermanos, a la colaboración para la construcción de un mundo siempre nuevo y mejor, evangelizando con estímulos positivos y con el ejemplo de vida”. «¡Apoyemos, pues, a la familia! –ha dicho Francisco—, defendámosla de lo que compromete su belleza. Abordemos este misterio del amor con asombro, discreción y ternura. Y comprometámonos a salvaguardar sus preciosos y delicados vínculos: hijos, padres, abuelos… Estos vínculos son necesarios para vivir y vivir bien, para hacer más fraterna la humanidad«. «Entre tantos malestares psicológicos, económicos y de salud, todo esto se ha hecho evidente: los lazos familiares han sido y siguen siendo severamente probados, pero al mismo tiempo siguen siendo el punto de referencia más fuerte, el apoyo más fuerte«.

La familia es la célula de la cultura de la vida y de la civilización del amor. Este sí a la familia es también sí a la vida, ya que “la propuesta de la familia cristiana va unida a la transmisión y defensa de la vida, a promover el sí a la vida y expresar apoyo en favor de quienes tienen derecho a nacer y a ser acogidos por sus padres con amor; en favor de las madres, que tienen derecho a recibir el apoyo social y estatal necesario para evitar convertirse en víctimas del aborto; en favor de la libertad de los padres y de las escuelas que colaboran con ellos para dar a sus hijos una formación integral, que otorgue la necesaria importancia hoy a la educación afectiva y sexual, de acuerdo con unas convicciones morales que los preparen de verdad para ser padres y acoger el don de la vida; en favor de los cuidados paliativos y de la libertad de conciencia; denunciando las situaciones en las que se ve amenazada, como se sigue constatando en diversas formas de esclavitud, en la trata de personas o en las condiciones laborales abusivas” (Nota de la Subcomisión Episcopal para la Familia y la Defensa de la Vida, 22 de junio de 2022).

Afrontemos estos desafíos viviendo la vocación de la familia según el Evangelio, con una espiritualidad conyugal y familiar, como ha sido entendida por la Iglesia a lo largo del tiempo, sobre todo profundizando en la indisolubilidad, en la sacramentalidad del matrimonio, en la transmisión de la vida y la educación de los hijos. Por estos caminos el Señor nos quiere llevar a la plenitud y al gozo de vivir y amar.

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s