182 ANIVERARIO DE LA DEDICACIÓN DE LA CATEDRAL DE CÁDIZ.

A las puertas del Adviento hemos celebrado la Dedicación de la S. A. I. Catedral de Cádiz, que nos recuerda nuestra especial «dedicación» y «consagración» a Dios, como fraternidad que camina en esta Iglesia particular diocesana. «Somos “dedicados”, “consagrados” a Dios, un pueblo de fieles discípulos del Señor, por eso celebramos con gozo inmenso la dedicación de esta iglesia y nuestra pertenencia a ella, porque nos habla de nuestra consagración bautismal. Somos templo del Espíritu Santo, piedras vivas en la construcción de la Iglesia santa. El templo habla de nosotros y es signo, como nosotros hemos de ser, de la presencia de Dios entre los hombres. (…)

Reconocemos hoy principalmente que la Iglesia es la esposa de Cristo, signo visible de la gracia invisible otorgada por Dios a los hombres. «La Iglesia es en Cristo como un sacramento o el signo e instrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano» (Concilio Vaticano II, Lumen Gentium 1). Jesucristo, Dios Encarnado, se prolonga en la historia en su Cuerpo, la Iglesia. La Iglesia es la casa que Dios se ha creado en el mundo por la encarnación histórica en la acción exterior de Jesucristo y crece por la acción interior del Espíritu Santo mediante la Palabra de Dios y la gracia de los sacramentos. (…)»

Descargar Homilía completa en la Solemnidad de la Dedicación de la Catedral de Cádiz.

La Asamblea Diocesana podrá seguirse a través de internet

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