

La Cruz de Lampedusa comenzará su recorrido en una semana por nuestra diócesis de Cádiz y Ceuta. Acordaos de el Vía Crucis que haremos con ella por las calles de Cádiz, el próximo lunes 9 de marzo, desde Santo Domingo, por los migrantes, los refugiados, y las víctimas de la trata y la explotación. La Cuaresma es el itinerario de la caridad. Pero no cualquier caridad, sino la que viene de la Caridad de Dios, de su Amor. La conversión, poner a Cristo en el centro -Dios que se da hasta el extremo de la Cruz- nos lleva a la fuente del amor, donde nos reconocemos deudores. Debemos pedir perdón, acoger la gracia de Dios en el sacramento del perdón, y, con conciencia renovada, salir de nosotros mismos para buscar al que está necesitado.
Es necesario una conversión que nos saque de nosotros mismos y nos lance hacia el otro, no sólo acogiendo a los que vienen sino buscándoles. Esta es la Nueva Evangelización: anunciar la Buena Noticia del Dios Amor que hace valiosa toda vida humana en cualquier circunstancia. Un Amor que se ha manifestado, y sigue manifestándose, en la entrega sacrificial de Cristo en la Cruz, en la victoria de su Resurrección sobre el mal y el dolor y en la efusión del Espíritu Santo sobre los que acogen esta Buena Noticia. Justamente la Cuaresma es el camino para revivir esta certeza y trasmitirla a todos. Sigamos con intensidad en este itinerario de caridad. No nos olvidemos cada día del ayuno que nos lleva a Dios, la oración humilde y la limosna que nos abre a la generosidad.
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