Este fin de semana los jóvenes de la Diócesis han peregrinado a Fátima, uniendo sus fuerzas para comenzar el curso con ilusión. Hace ya una semana que comenzó el Sínodo de los Jóvenes en Roma, la XV Asamblea General Ordinaria de los obispos sobre “Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional”. Es evidente, una vez más, la preocupación de la Iglesia por atenderles pastoralmente en este tiempo convulso –un cambio de época—, pues está en juego la transmisión de la fe y la presencia misma de la Iglesia en el presente y en el futuro. Hemos de emprender sin demora una sólida pastoral con los jóvenes que responda las necesidades que expresan, facilitando el encuentro vivo con Jesucristo y su seguimiento fiel. El sínodo está siendo la oportunidad de escuchar a los jóvenes del mundo entero. Los jóvenes han tenido un protagonismo especial en su preparación y en su desarrollo de modo que entendamos mejor su situación. Pongamos atención en las potencialidades de nuestro mundo juvenil para discernir, acompañar, buscar y ayudar a encontrar el sentido de la vida a los jóvenes. Los jóvenes cristianos han de saber que Jesús les necesita para transformar el mundo y deben encontrar su lugar en la Iglesia y en el mundo y que sus sueños e ilusiones de querer transformar una sociedad más justa, coinciden con los deseos de la Iglesia. Son los grandes desafíos que nos invitan a mirar al mundo juntos.
El Blog del Obispo Zornoza 