«(…) Es necesario abrirse a la gracia de Dios viviendo intensamente los elementos que nos ofrece este tiempo, especialmente a través la liturgia, y que el fuego pascual de la caridad caliente los corazones fríos para que puedan resurgir de sus cenizas.
Hemos de procurar vivir lo mejor posible la renovación bautismal que este tiempo nos ofrece. No digamos que nos sorprende “otra cuaresma más”, sino salgamos animosos al encuentro de Cristo y de los hermanos valorando este tiempo como un verdadero regalo que nos ofrece Dios como una gracia especial. La Cuaresma es un ejercicio espiritual, un esfuerzo personal que tenemos que hacer los cristianos para prepararnos a vivir la Pascua de la Resurrección de Cristo en toda su fuerza y plenitud. En ella se nos ofrece una ocasión providencial para profundizar en el sentido y el valor de ser cristianos, estimulándonos a descubrir de nuevo la misericordia de Dios para que también nosotros lleguemos a ser más misericordiosos con nuestros hermanos. (…)» Descargar Carta de Cuaresma 2018.