DE MI HOMILÍA DE APERTURA DEL JUBILEO DIOCESANO EN CEUTA
«Somos herederos de una larga historia de fe. Esto nos mueve a la gratitud y a la perseverancia. Nos alegramos de esta iglesia de piedras vivas de la que somos herederos y, con corazón agradecido, pedimos al Señor estar a la altura de nuestra misión hoy con responsabilidad. Celebrar la existencia de la diócesis es reconocer que pertenecemos a la Iglesia católica y que la misma fe, esperanza y caridad se ha mantenido entre nosotros y se ha multiplicado de generación en generación en fidelidad al magisterio pontificio, a los sacramentos que nos garantizan la gracia del cielo y a la evangelización. Somos, por consiguiente, hijos fieles de la Iglesia del Señor. En definitiva, la iglesia somos nosotros en Cristo, pues este Pueblo de Dios, en cuanto sujeto histórico, acontece en los fieles cristianos que viven en la comunión de la verdad, la gracia y el amor del Señor.»