«Nos os dejaré solos» (Jn 14,18). En estos días el Señor, a través de su Palabra, nos promete el Espíritu Santo a los que queremos unirnos a Él en la cruz de cada día…Nunca estamos solos, Jesús está siempre presente con su amor, nos sostiene con su gracia y nos da la fuerza para seguir adelante, con fidelidad. En él esta siempre presente la luz de la resurrección, la vida nueva del mundo resucitado, la pascua de cada hombre que cree en su Palabra. La fe es gracia y fortaleza que renueva nuestros corazones y vigoriza nuestra debilidad. Seguirle como discípulo es uncir su yugo suave, porque más bien es El quien carga con el peso de nuestra vida y sufrimientos. Comprobadlo: la vida, cuanto más vacía está, más pesa. Cuando Jesús la llena, la carga es más ligera.