El 95% del Pueblo de Dios son laicos, aunque su adhesión a la Iglesia es muy diversa, porque el laicado sufre una fuerte erosión por la cultura pagana dominante, pues uno de los dramas más graves puestos de manifiesto ya por el Concilio Vaticano II y los siguientes pontífices es la separación entre la fe y la vida cotidiana. Es necesario amar a la Iglesia, consolidar nuestra fe en comunidades cristianas vivas, puesto que es ella quien nos regenera cuando, después de ofrecernos el encuentro personal con Cristo, nos mueve a la conversión personal en una conversión eclesial.
El seglar, o fiel cristiano laico es miembro de pleno derecho del Pueblo de Dios por el bautismo, y ha sido confirmado con la fuerza del Espíritu para ser testigo de Cristo y de una vida nueva que brota del Evangelio. Si son miembros de pleno derecho, también lo son para participar en la misión de la iglesia, asumiendo las responsabilidades. Los fieles laicos son como levadura en la masa, están presente en el mundo a manera de fermento para transformarlo desde dentro: en la familia – en la que se nos pide ahora más que nunca salir al encuentro de tantas personas que no conocen la belleza del amor esponsal según el plan de Dios–; en el trabajo y en el reparto de la riqueza, en la caridad social –atendiendo antiguas y nuevas pobrezas–, en la cultura, en la vida pública, en la justicia social.
Para ayudarnos a reflexionar mejor sobre nuestra misión estará con nosotros, el sábado 12 de Noviembre, en nuestro PUNTO DE ENCUENTRO DIOCESANO, D. José Luis Restán, laico católico convencido y comprometido, ampliamente conocido presentador del “Espejo” y de “La Linterna de la Iglesia” en la cadena COPE, donde es director editorial. Comenzará, como es habitual, las 10`30 de la mañana en el Colegio de los PP. Salesianos, en San José del Valle.
Que todos, sacerdotes y laicos, consagrados o no, nos preparemos para ejercer un momento de corresponsabilidad, y así muchos jóvenes, adultos y mayores descubran y gocen de la preciosa tarea de haberse encontrado con Jesucristo y poder testimoniarlo con su vida y con su palabra a nuestros contemporáneos.