Con gran alegría recuerdo la primera sesión de la segunda edición de la Escuela de Evangelizadores, que compartimos en Campano este sábado 25 de octubre. Hemos compartido, orado y vivido el gozo del Evangelio. Lo que nosotros podemos ofrecer es siempre muy pobre, pero Dios, que es el Señor de la gracia y de la salvación, nos va a hacer revivir el encuentro con Cristo que siempre renueva profundamente el corazón. Quiere entusiasmarnos con su propuesta de vivir con Él y para Él, y de llevarle a los demás. Cristo es el Hijo de Dios, Dios mismo que ha entrado en el mundo, que ha bajado para llevarnos, subirnos, a la vida de Dios, a la vida del Cielo. Pero ésta empieza a realizarse ya aquí, con la vida de la gracia. La Iglesia sale al mundo para llevar esta vida, para decir… “Dios te ama, Dios cura tus heridas”. Antes hemos de dejarnos empapar por Él, que ha bajado al mundo y a nuestros corazones. Lo que vamos a hacer estos días es renovar nuestra fe, ser Cuerpo de Cristo que lleva este gozo al mundo. ¡Que Dios lo haga en nosotros!