Educar en la fe, en un momento difícil como el nuestro, exige necesariamente calidad, es decir, que se cumplan ciertos presupuestos. El primero es que no se trata solamente de transmitir conocimientos sino también hábitos de vida e integrar una serie de valores.
El Papa Francisco ha hablado de la educación en la fe, de la transmisión de la fe: “Para poder transmitir la fe hay que crear el hábito de una conducta, hay que crear la recepción de valores que la preparen y la hagan crecer, y hay que dar contenidos básicos”. Y explica qué pasaría si la educación de la fe se reduce a contenidos cognitivos: “Si solamente queremos transmitir la fe con contenidos, será una cosa superficial o ideológica que no va a tener raíces”. Por tanto: “la transmisión tiene que ser de contenidos con valores, valoraciones y hábitos, hábitos de conducta”.
Espero que tengamos muchas experiencias vivas de evangelización que calen en las personas.